La secadora es uno de los electrodomésticos más útiles en casa, sobre todo cuando el tiempo no acompaña o cuando se busca comodidad y rapidez. Sin embargo, su uso puede suponer un riesgo para la ropa si no se emplea correctamente. ¿Cuántas veces has metido una camiseta o unos vaqueros y han salido dos tallas más pequeñas? El encogimiento es uno de los problemas más comunes, pero también uno de los más evitables si se conoce bien el funcionamiento del aparato, los tipos de tejidos y los programas adecuados.
En este artículo vamos a explicarte cómo evitar que la ropa encoja en la secadora, cuáles son las prendas más sensibles, qué errores debes evitar y cómo sacarle el máximo partido al secado sin poner en riesgo tus prendas.
¿Por qué encoge la ropa y qué prendas son más sensibles?
El encogimiento se produce principalmente por el calor, la humedad y la fricción durante el secado. Al aplicar altas temperaturas, las fibras textiles —especialmente las naturales como el algodón o la lana— tienden a volver a su estado original, más compacto. Si a eso le sumamos el movimiento constante del tambor, el resultado puede ser una prenda visiblemente más pequeña.
Principalmente las prendas hechas de fibras naturales son las más sensibles. El algodón, la lana, el lino e incluso algunas mezclas con fibras sintéticas pueden encoger si no se tratan adecuadamente. Las camisetas de algodón, jerséis de lana, ropa interior o camisones son especialmente vulnerables. A 60 grados, por ejemplo, el riesgo de encoger es muy alto si las prendas no están tratadas previamente para soportar ese calor. En general, los tejidos sintéticos como el poliéster soportan mejor el secado a máquina, aunque no están exentos de deformaciones.
Cómo usar la secadora correctamente para evitar que la ropa encoja
El primer paso para cuidar tu ropa es entender cómo usar correctamente tu secadora. No todos los programas ni temperaturas son iguales, y cada tejido necesita un tratamiento diferente. Las etiquetas son una fuente de información imprescindible: indican si una prenda puede meterse en la secadora, a qué temperatura y con qué precauciones.
Además, conviene separar la ropa por tipo de tejido y grosor. No es lo mismo secar unas toallas que una camisa de lino o un jersey de lana. Esta clasificación no solo permite ajustar el programa, sino que también evita que el peso o la fricción de unas prendas afecten a otras más delicadas.
Las secadoras modernas cuentan con distintos programas: algodón, sintéticos, ropa delicada, entre otros. Si dudas, opta por uno suave o de baja temperatura. Lo importante es evitar el calor excesivo, que puede superar los 60 ºC en algunos ciclos y provocar que las fibras se contraigan. Para la mayoría de la ropa, lo ideal es una temperatura entre 45 y 55 ºC.
Respecto al tiempo de secado, lo mejor es evitar ciclos muy largos. Entre 30 y 60 minutos suele ser suficiente, dependiendo de la cantidad de ropa y del tipo de tejido. Una estrategia eficaz es combinar un ciclo corto con calor y otro más suave o en frío. Esta combinación reduce el impacto térmico y ayuda a conservar la forma de las prendas.
Si te preocupa que la ropa se queme, evita sobrecargar el tambor, limpia el filtro de pelusas con regularidad y no seques ropa con residuos de aceites o productos inflamables. Saca la ropa en cuanto termine el ciclo para evitar que el calor residual siga actuando sobre los tejidos.
Las pelotas de secado también son un buen aliado: mejoran la circulación del aire, reducen la fricción y aceleran el proceso sin necesidad de más calor. Y si tu presupuesto lo permite, una secadora con bomba de calor es una gran inversión. Estas máquinas funcionan a temperaturas más bajas y son mucho más respetuosas con la ropa.
Cuidados especiales y errores comunes al usar la secadora
Hay ciertas prendas que nunca deberían entrar en una secadora. La lana pura, la seda, la ropa con aros metálicos, lentejuelas o estampados térmicos pueden dañarse irreversiblemente. También conviene evitar meter sujetadores, prendas con cremalleras sin cerrar o con botones duros sin protección.
Una pregunta muy habitual es: ¿qué pasa si meto mis vaqueros a la secadora? Si están hechos de algodón, pueden encoger ligeramente, sobre todo con calor alto. También pueden perder color o volverse más rígidos. Lo mejor es darles la vuelta, cerrar cremalleras y botones, y usar un programa de baja temperatura. Si los sacas un poco antes de que terminen de secarse y los dejas al aire, conservarán mejor su forma.
Otro error bastante común es mezclar tejidos muy diferentes. Si introduces una blusa ligera junto a unas toallas, la blusa probablemente se sobrecaliente o se enrede, deteriorándose con rapidez. Lo mismo ocurre si no se limpia el filtro de pelusas: se acumula calor y la máquina no ventila correctamente, lo que puede dañar los tejidos e incluso provocar que se quemen.
También hay quienes se quejan de que la secadora hace agujeros en la ropa. Normalmente esto se debe a la fricción con cremalleras, botones o costuras duras, especialmente si se mezclan prendas muy distintas. En casos más raros, puede deberse a imperfecciones en el tambor o al mal estado del aparato.
¿Qué hacer si la ropa ya ha encogido?
Aunque no siempre es posible recuperar una prenda encogida, hay remedios caseros que pueden dar buenos resultados. Uno de los más conocidos es el remojo en agua tibia con suavizante o champú para bebés, que ayuda a relajar las fibras. Tras el remojo, se debe escurrir sin enjuagar y estirar la prenda con cuidado sobre una toalla.
Otra opción es usar una mezcla de bicarbonato y vinagre, o incluso vinagre y mascarilla capilar, especialmente útil en prendas de algodón. El objetivo es rehidratar y suavizar las fibras para facilitar el estirado manual mientras la prenda sigue húmeda.
Usar la secadora correctamente es clave para evitar disgustos con tu ropa. Elegir el programa adecuado, conocer los tejidos, controlar la temperatura y respetar los tiempos de secado son acciones sencillas que marcan la diferencia. Saber qué prendas no deben ir nunca en la secadora, cómo tratar tejidos específicos como los vaqueros y qué hacer si una prenda se encoge te ahorrará muchos quebraderos de cabeza.
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