Estarás de acuerdo con nosotros en que, el mejor momento de la colada (dentro de lo que cabe), es cuando sacas la ropa y desprende ese olor tan fresco de tu detergente favorito. Ahora bien, ¿alguna vez te has parado a pensar qué pasa con ese detergente una vez desaparece por el desagüe? Agárrate, que vienen curvas.
Hoy te vamos a contar el “lado oscuro” de los detergentes convencionales. Y no te preocupes, que no va a ser una clase de química ni nada del estilo, pero si que te va a servir para conocer estos productos. Seguro que después de leer lo que viene mirarás tu colada con otros ojos.
¿Qué lleva dentro el detergente tradicional?
No, no es magia, sino ciencia. Y a veces, siendo sinceros, una ciencia un poco tóxica. Los detergentes tradicionales están cargados de ingredientes que parecen sacados de un laboratorio de película de ciencia ficción. Algunos de ellos son los siguientes:
- Surfactantes (o tensioactivos, para los entendidos): Son los responsables de disolver la grasa y la suciedad. El problema de estos activos, es que muchos vienen del petróleo, ese mismo que no es muy eco-friendly.
- Fosfatos: Son como el compañero pelota del detergente, ayudándole a trabajar mejor en aguas duras. ¿El problema? En los ríos y mares, actúan como fertilizante para las algas, creando una especie de «fiesta verde» que asfixia al resto de los animales acuáticos.
- Blanqueadores ópticos: Estos no limpian, pero hacen que tu ropa parezca más limpia porque reflejan la luz. Vamos, puro postureo químico que, además, tarda años en descomponerse.
- Fragancias artificiales: Ese aroma que tanto te gusta no viene precisamente de un campo de flores. Son químicos diseñados para durar, y no solo en tu ropa, sino también en el medio ambiente.
De tu lavadora al océano
Lo que pasa en tu lavadora, no se queda en tu lavadora. Todo lo que sobra del detergente acaba en las aguas residuales y, aunque se trate en las depuradoras, muchos químicos pasan de largo y terminan en los ríos, mares y océanos. ¿El resultado? Una auténtica catástrofe ambiental.
- Contaminación del agua:
Los fosfatos y otros químicos alimentan a las algas como si fueran un «all you can eat». El problema es que, al crecer sin control, estas algas bloquean la luz solar y consumen el oxígeno del agua, dejando a los peces y otros animales sin aire para respirar. - Químicos persistentes:
Algunos ingredientes de los detergentes no se descomponen fácilmente. Estos compuestos acaban acumulándose en los tejidos de los animales marinos, que a su vez llegan a nuestra mesa. Sí, al final el karma ambiental nos da una cucharada de nuestra propia sopa, y ya sabes el dicho: “Somos lo que comemos”. - Microplásticos:
¿Sabías que cada vez que lavas ropa de poliéster o nylon, liberas diminutas partículas de plástico? Y no, el detergente tradicional no ayuda, más bien lo contrario. Estas partículas también terminan en el océano y afectan a miles de especies marinas.
Y no solo el agua sufre las consecuencias, no. Todo este proceso también tiene un impacto en el aire y en el suelo, y comienza a hacer efecto desde el proceso de producción:
- Emisiones: La fabricación de detergentes genera gases de efecto invernadero, esos de los que tanto escuchamos hablar en la tele y que están detrás del cambio climático.
- Suelo contaminado: Los residuos que acaban en el suelo pueden alterar su equilibrio natural, afectando a las plantas y animales que dependen de él.
- Ropa contaminada: Sí, has leído bien. Los residuos del detergente que quedan en tu ropa pueden liberarse al aire o al contacto con tu piel. Y si tienes la piel sensible, ya sabes de lo que hablo.
¿Qué puedes hacer para cambiar esto?
Aquí es donde entra la buena noticia: no todo está perdido. Hay maneras de lavar tu ropa de forma responsable y sostenible, sin tener que sacrificar el medio ambiente ni nuestra comodidad.
Telelavo es la primera lavandería sostenible y artesanal del mundo, y tratamos tu ropa mediante wet cleaning, un proceso de limpieza húmeda que utiliza el agua como disolvente, sin utilizar químicos peligrosos y utilizando detergentes biodegradables, mucho más suaves y respetuosos para el medio ambiente que los detergentes tradicionales.
¡Y no sólo eso! Además, en Telelavo utilizamos detergentes con el certificado ECO LABEL, uno de los certificados ambientales más reconocidos en todo el mundo, y que se concede a aquellos productos que cumplen unos requisitos que demuestran que reducen el impacto en el medio ambiente.
El detergente tradicional puede parecer una solución rápida y eficaz, pero su impacto ambiental es una bomba de relojería. Por suerte, existen alternativas que no solo cuidan el planeta, sino también tu ropa y tu salud.
Te ofrecemos planes diferentes, adaptados a tus necesidades, dejando tus textiles como nuevos con nuestros procesos de lavado, pero siempre minimizando el impacto ecológico que requiere esta tarea. Es una forma más amable de tratar tu ropa y de cuidar del planeta al mismo tiempo. ¡Todo ventajas!
Si quieres dar el salto hacia un lavado más sostenible y práctico, nuestro servicio de lavandería y tintorería ecológica está aquí para ayudarte. No es solo una forma de cuidar tus prendas, es una forma de cuidar el mundo en el que vivimos.